sábado, 29 de mayo de 2010

Todos contra el cáncer. 8am.



El viernes de camino al trabajo, aún con los ojos hinchados de sueño, mi alma se encendió un poquito más de lo habitual.
Cuando llegué a la estación de tren de Victoria, escuché música clásica, algo nuevo. Pensé que era un truco de la policía, ya que en muchas estaciones de Londres han decidido poner este tipo de música para espantar a los camellos y criminales (y por lo visto funciona!). Así que intrigada en saber de dónde salía la encantadora melodía, comencé a mirar entre la gente. Para mi sorpresa cuando vi primero una cabeza rubia, y después una pancarta de MacMillan (una ONG que apoya a las personas con cancer). Que maravilla. Ahí se había montado Macmillan un stand con una mujer (¿quizá una voluntaria?) cantando música clásica con su micrófono y generosos altavoces, en medio de la estación repleta de gente a las 8 de la mañana, y con dos huchas gigantescas a los lados.

Me encantó la creatividad y el buen gusto para la recaudacion de fondos. Mucho mejor que el 'chin chin', ese ruido que hacen con las huchas para que contribuyas. :)